miércoles, 22 de septiembre de 2010

sinopsis

Unos jóvenes delincuentes, Alex (Malcolm McDowell), Dim (Warren Clarke), Georgie (James Marcus), y Pete (Michael Tarn) viven en una futurista ciudad inglesa y se hallan sumergidos en una espiral de peleas, palizas, violaciones, y, tal y como lo llaman ellos, “ultraviolencia". Una de sus primeras víctimas es el escritor Mr. Alexander (Patrick Magee), a quien apalean sin compasión, quedando como consecuencia postrado en una silla de ruedas, y a cuya atractiva mujer (Adrienne Corri) violan brutalmente hasta matarla. Después de una violenta reyerta de Alex contra los miembros de su misma banda, ellos le responden con una traición durante el ataque a otra casa, dejándolo sin sentido y avisando a la policía. En la prisión él acepta ser el “conejillo de indias” en el experimento de una nueva terapia de aversión, para así poder rebajar su pena. Al cabo de un tiempo, asqueado por el mero hecho de ver violencia y más
violencia, él es absuelto y se integra en el mundo exterior. Allí sufre venganza tras venganza a causa de su vida anterior, pero ahora se somete, es tal la adversión que tiene contra la violencia, que se queda parado incluso cuando sus antiguos “amigos” y miembros de la banda, ahora policías, le acosan.
Un día vuelve por casualidad a la mansión de Mr. Alexander, y recibe otro castigo y medio loco, intenta suicidarse. Despedimos en el hospital a un Alex que vuelve a sus orígenes violentos y desde donde (se supone) nos cuenta su historia.
Adaptada de la novela del autor Anthony Burguess, esta obra ganadora de cuatro Óscars, Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión Adaptado, y Mejor Edición y también galardonada por el Círculo de Críticos de Cine de Nueva York con premios a la mejor Película y al Mejor Director, es una película que sigue fielmente a su libro predecesor, aunque Kubrick añade algunas escenas, como la de la llegada de Alex a la cárcel, o no introduce tantas palabras de esa jerga “nadsat” ya que no puede contar con un traductor en la película como sí se podía contar con un diccionario en el libro. Aún así , la película capta toda la esencia satírica, violenta y esperpéntica de la novela y de uno de los personajes más violentos y desequilibrados de la historia del cine y de la literatura. En esta película, Kubrick nos hace partícipes de uno de sus más grandes temores, al que está también expuesta toda la sociedad, el temor a que la ya tan trivial y común violencia por la violencia se vuelva contra el hombre, miedo a que el hombre renuncie a su identidad ante la tiranía de otros hombres.

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